sábado, 26 de julio de 2008

El chupar y beber no es igual...

El Dios-alcohol nos transporta a otras dimensiones y sólo pide en sacrificio una doncella-neurona

No recuerdo cuando chupé por primera vez, estaba demasiado entretenido en chupar con Roxi, como para reparar en que esa sería mi primera borrachera... er, mmm, un momento, chupar y beber no son lo mismo, todo mundo lo sabe... me explico: En sentido estricto sí tomé y chupé al mismo tiempo, y es que le vacié —en un acto estrictamente luminoso— una chela a la Roxi. aclaro que estaba en la secundaria —Esc Sec Xicotencatl N0. 14, ejem, perdón por el ejercicio de memoria involuntaria—, ah sí y decía que le tiré —si también casi me la tiré, porque lo que sea de cada quién, la Roxi estaba súperbuena, bueno en realidad, nomás estaba buena, o para ser más exacto, tenía lo suyo; jejeje, no, no es cierto, a mi me gustaban sus grandes tetas, redondas, de piel blanquecina, vírgenes de lenguetazos, los lunares, y no se digan los pezones...

Pero ya me desvié un poquito, mejor sigo contanto cómo le derramé una Carta Blanca bien fría en su cuello y las tetas se le mojaron. Allí entra la duda de nuevo: chupar y beber si pero no son lo mismo... bueno ya, le mamé las tetas, de pezones —¿así se escribe pezones o es con s?—, decía que sus mielosos/agrios pezones estaban parados por el frío... oh qué la chigada, bueno ya, y luego le mamé el coño lleno de cerveza y sabor a miados tiernos, y así chupé y bebí la primera vez... ah, y ni siquiera me emborraché.

Qué cabrones, a poco su primera vez sí estuvo chida... ¿les cae?, no mamen.

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